Internet es un mundo maravilloso, lleno de tecnología. Y buena parte de esa magia reside en la arquitectura cliente/servidor, un modelo de computación que existe desde antes del nacimiento de internet. Por un lado, están todos los internautas que se conectan desde un cliente; o sea, un ordenador o dispositivo móvil que pide información. Y del otro lado, están los servidores web que atienden las solicitudes de los clientes. En este grupo destaca un tipo especial de servidor: los VPS.
VPS son las siglas (en inglés) de Virtual Private Server. Lo que traducido al español es Servidor Privado Virtual. Para entender el concepto de VPS, veamos primero qué es un servidor web y qué significa una máquina virtual.
¿Qué es un servidor web?
Un servidor web es un ordenador que almacena, procesa y entrega archivos de sitios web. Como cualquier computador, consta de una parte de hardware y otra de software. Su función principal es alojar sitios web, procesar peticiones HTTP/HTTPS y entregar el contenido a los usuarios (generalmente en formato HTML).
Cuando un usuario en línea visita tu sitio web, su navegador envía una solicitud que llega hasta el servidor. Luego, este transfiere —a través de internet— los archivos necesarios para que el navegador muestre la página web en el ordenador del usuario.
¿Qué es una máquina virtual?
Una máquina virtual (o VM, por las siglas en inglés de Virtual Machine) es un ordenador que no es palpable, no tiene una estructura física. Es un software que emula a un ordenador y, por tanto, corre un sistema operativo, como si fuera una PC de verdad. Tiene su propio procesador, disco duro, memoria, y demás componentes de hardware, pero todos ellos son virtuales. No los puedes agarrar con tus manos.
Esta máquina virtual se crea mediante un software de virtualización, que se instala como una capa sobre el sistema operativo del servidor. Esta capa mapea todos los recursos del servidor real (memoria, procesador, disco duro, etc.) hacia máquinas virtuales, de forma que cada una puede tener su propio sistema operativo y software.
A la tarea de alojar archivos para sitios o aplicaciones web la denominamos hosting u hospedaje. Cuando adquieres un servicio de hosting, en realidad estás alquilando una máquina virtual de tu proveedor de servidores virtuales. Hay diferentes formas de prestar este servicio, pero podemos resumirlas básicamente en tres:
- VPS
- Hosting Compartido
- Hosting dedicado
¿Qué es un VPS?
Un VPS o Servidor Privado Virtual es un tipo de hosting que te proporciona un ordenador virtual, con recursos dedicados (memoria, CPU, disco y periféricos), al cual solo tú tienes acceso (por eso es privado). A este computador accedes a través de internet y tienes control absoluto del mismo. Puedes instalar el sistema operativo y aplicaciones que quieras, almacenar tu sitio web, hacer pruebas, cambiar configuraciones y muchas cosas más.
Hosting Compartido
En un hosting compartido, el proveedor ofrece el servicio de hospedaje en un mismo servidor físico a varios clientes. Es decir, los recursos no son solo para ti. Tu sitio web se ejecuta en el mismo ambiente operativo que el de los demás, compartiendo ancho de banda, acceso al disco, dirección IP y demás.
En consecuencia, la memoria y el poder de cómputo disponibles para tu sitio pueden verse afectados por las peticiones de servicio que hagan otros usuarios. Tampoco puedes elegir el sistema operativo ni el software de servidor, ya que todos los usuarios corren bajo la misma configuración. Es el proveedor del hosting compartido define las características técnicas.
A pesar de las limitaciones, este servicio resulta ideal para sitios pequeños o con poco tráfico porque es el más económico.
Hosting dedicado
Un hosting dedicado es como si adquirieras un ordenador completo para ti solito. Solo que el servidor es virtual y está en la nube. O sea, se accede a él a través de internet. Tienes control total sobre la máquina, tanto a nivel de hardware como de software y sistema operativo.
Este servicio suele ser el más costoso de los mencionados, debido a las facilidades que ofrece. Te recomiendo comprar servidores dedicados si tu sitio web posee una alta demanda de usuarios o visitas concurrentes.
Ventajas de un Servidor Virtual Privado
Es más veloz que un servidor de hosting compartido. Todos los recursos son para tu sitio.
Es más seguro que un servidor de hosting compartido porque la única persona que tiene acceso eres tú o quien tú decidas.
La fluctuación de servicio es mínima porque tienes todos los recursos del VPS para ti solito. Eso se traduce en mayor estabilidad.
Los problemas que ocasionen otros usuarios de tu proveedor no afectarán a tu sitio web.
El servicio es escalable. O sea, si tu web lo requiere, puedes aumentar los recursos del servidor (RAM, CPU, espacio en disco, ancho de banda, etc.) por una suma módica.
Elegir un VPS u otro tipo de hosting es una decisión técnica. Si requieres ayuda, puedes consultar con tu proveedor favorito. También estoy a la orden para aclarar cualquier duda.